A mí, que me registren; pero yo solamente iba pasando.
Los argumentos que he escuchado, y que han sido utilizados para sustentar las razones por las que el PCN y el PDC abandonaron la contienda electoral, sólo han enviado un mensaje de confirmación muy claro: ambos partidos no son muy buenos para administrar recursos. Pues de ser cierto que la carencia de fondos es la que les impide continuar, es por consecuencia de que no supieron medir los alcances reales que ambos tienen en materia económica. En verdad resulta preocupante, escuchar que quienes tendrán la llave de la gobernabilidad desde la Asamblea, no fueron capaces -siquiera-de administrar sus partidos, y entonces ¿qué esperanza existe de que sean capaces de tomar decisiones acertadas para moderar las medidas que definirán el rumbo del país? Y el problema no está en formular esta pregunta; sino en el método para obtener su respectiva respuesta, pues para dar resolución a esta interrogante, tenderemos que esperar el desarrollo del siguiente periodo legislativo, o simplemente tendremos que remitirnos al desempeño que tanto el PDC como el PCN han tenido, para saber más o menos que es lo que nos espera.
La decisión que tomaron las cúpulas tanto del PDC como del PCN, no ha polarizado el escenario político; lo que en realidad ha ocurrido, es que la polarización se ha vuelto aún más evidente, y ésta, aunque no caracteriza las elecciones legislativas y municipales, sí caracteriza las elecciones para definir quién estará a cargo del Ejecutivo. Pues independientemente del número de banderas que aparezcan en la papeleta, siempre ocurre que los partidos pequeños no obtienen siquiera el mismo número de votos que logran conquistar con los comicios que sirven para conforma la asamblea y los consejos municipales, quedando demostrado de esta forma, que por diversas razones, la mayoría de los electores siempre recurre a cualquiera de los dos polos cuando se va a las urnas a elegir presidente, vicepresidente, cuando se va a elegir- por consecuencia- a todos los ministros que a no ser por rumores y especulaciones no se sabe quiénes serán. Y podría pensarse, que por la cantidad de votos incondicionales que en cualquier elección obtienen tanto el PCN como el PDC, es que éstos tomaron la decisión de luchar por conquistar más apoyo, y que por eso no atendieron -desde un primer momento- el llamado que hizo el presidente Saca para no participaran en las elecciones; pero, no puede dejarse de especular, en torno a la decisión de abandonar la contienda cuando ya habían transcurrido como tres cuartas partes de ésta. Pues si la razón que los motivó, fue la que se plantea en el primer párrafo, no se necesita dudar más sobre la poca capacidad que tendrán para tomar decisiones acertadas, y si se retiraron hasta esta altura por lo que se ha dicho, fue un arreglo hecho en Casa Presidencial, entonces se ha carecido de transparencia para comunicar la decisión, sobre todo si ésta, busca una alianza entre conservadores. No se puede dejar de pensar, que la alianza que no logró consolidar a la derecha y al centro a través de negociaciones realizadas en un escenario electoral moderado, se volvió necesaria cuando se determinó el número de diputados que logró obtener el FMLN, es decir, que lo que unos no pudieron conquistar a través del diálogo, se volvió para otros una obligación que debieron cumplir, y popularmente a esto se le conoce como arreglos bajo la meza, y sirven para repartir puestos, para hacer favores, y también se le conoce como madrugones, aunque este nombre es más característico para acciones similares en la Asamblea. Pero, independientemente de cómo y qué haya ocurrido, y de cómo se llame, parece que los que querían negociar de nuevo, ya obtuvieron lo que querían mediante los resultados ajenos de las elecciones de enero, y no con la presión previa a la de una segunda vuelta, pero sí con una que pudo haber resultado como equivalente; pues no se necesita pensar mucho, como para decir que luego de conocer que la primera fuerza política del país es el FMLN, la presión se volvió demasiado grande para ARENA, y eso llevó a que algún tipo de agenda fuera nuevamente tratada, ó modificada, ó que de no existir referentes, hasta pudo haber sido diseñada . Y en este tipo de arreglos, uno piensa no sólo por ser resentido político y paranoico, sino, que también por la posición del hermano Chévez, que siente que fue utilizado de forma sucia por la dirigencia del partido de las manitas. Y algo que no se debe dejar de ver, es que en nuestra Asamblea - a partir de mayo-, habrá mayor representación del centro hacia la derecha, independientemente del partido que vaya a contar con más votos para tomar las decisiones. Y no se puede, dejar de considerar, la probabilidad de que la decisión del PCN y del PDC de permitir el choque de trenes, sea simplemente consecuencia de la lectura del hecho que la población le dio más poder en la asamblea a los que están del centro a la derecha, sin olvidar claro -y aunque sea lugar común- la enseñanza que le dejó a la derecha el proceso nicaragüense. Aunque hablar, de que el PDC y el PCN se retiraron para trazarle un solo camino al electorado de derecha, es bastante pero bastante arriesgado, y en apariencia poco efectivo con el PDC; sobre todo, cuando resulta innegable, que un sector considerable de las personas que han apoyado a los demócratas cristianos, se inclina del centro a la izquierda, y es esta porción, la que sin duda no ha acompañado al PDC cuando han habido elecciones presidenciales, y en serio parece difícil, aunque no imposible, que el otro sector, el sector de demócratas cristianos duros, acompañe a quienes los han acusado de haber destruido el país por la vía política mientras el FMLN lo destruía por la vía armada . Por lo tanto, lo que puede sumar el PCN, sin tomar en cuenta lo que Chévez pudo haber sumado sin mayor esfuerzo, es lo más seguro que puede agregar ARENA al caudal de votos que esperan obtener. Y en este sentido, no hay que olvidar también, que Tomás Chévez no representa a toda la iglesia protestante, aunque sí a una parte considerable. Así mismo, es necesario recordar, que la historia inmediata del PCN y del PDC tienen un punto muy crucial como para influir en la decisión de retirarse, pues no se puede olvidar que por causa de las elecciones presidenciales anteriores, fue necesario que los salvadoreños presenciáramos el milagro de la resurrección política, milagro del que es testimonio, que aún existan éstos y otro partido.
Después de que la carrera electoral se redujo a dos contendientes, lo que sí ha quedado claro, es que la segunda vuelta ahora está más lejos, y con ella, se ha vuelto aún más mínima la probabilidad de que la inversión o gasto de recursos sea mayor, y lo que sí me parece que tiene un grado más, más mínimo de probabilidad-por no decir nulo-, es que el PCN y el PDC se hayan retirado para promover que se ahorre el capital que se necesitaría para financiar una segunda vuelta, y si así fuera ¡qué gran sorpresa!, y va en serio eso de que me resultaría sorprendente, pues medidas de esa naturaleza, uno tiende a esperar que las diseñen, e implementen, quienes son buenos administradores.
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