En ningún momento de la historia del fútbol los jugadores procedentes de latinoamericana han brillado con tanta fuerza por todo el mundo como en nuestros días. El primer futbolista procedente de Latinoamérica que logró conquistar el viejo continente y al mundo, fue el argentino Alfredo Di Estefano. Él no sólo fue el primer latinoamericano en ser ídolo, en general fue el primer futbolista que llegó a ser una estrella adentro y fuera de la cancha, a tal grado que sus compromisos publicitarios llegaron incluso a enfurecer a Santiago Bernabéu porque en una campaña publicitaria, Di Estefano fue la imagen oficial para vender una marca de medias de mujer; pero el presidente del Real Madrid movió sus influencias para retirar esos anuncios debido a que era inconcebible que una estrella que brillaba en un cielo misógino estuviera vendiendo medias para damas.
En los últimos años los futbolistas en general han brillado dentro de la cancha y tras cámaras que no necesariamente están destinadas a la cobertura deportiva, en esta tendencia, los jugadores latinoamericanos no han sido la excepción y han aparecido en anuncios, películas, revistas y muchos otros campos que no están regidos por la ley de los 90 minutos. De hecho, las super estrellas del futbol actual pueden llegar a ganar más dinero por una campaña publicitaria efectiva que por levantar la copa de un torneo. Eso sí, aunque el jugador se pinte el pelo y se vaya a delinear las cejas antes del juego, seguramente tendrá mejores ofertas si su equipo gana. Está bien que una persona cuide su imagen, pero pareciera que muchos jugadores han permitido que el desgaste físico propio del Salón de Belleza les reste energía necesaria para dominar la cancha.
No es necesario decir que el entreno va más allá de la preparación física, pues el análisis de los juegos previos y el diseño táctico para el siguiente partido conforman la parte determinante del entreno durante la etapa competitiva, pero en los últimos dos mundiales pareciera que muchos futbolistas y técnicos han estado más pendientes de los likes logrados en una que otra red social, y eso es molesto porque un torneo de futbol se gana con atletas que sepan dejar el alma en la cancha, no se gana con likes, no se gana con modelos que saben dejar la sonrisa entre lucesitas montadas para captarles el mejor ángulo en una escena.
Lo jugadores latinos han tenido tres décadas muy buenas en Europa, pero ese desarrollo individual de jugadores no es directamente proporcional al avance del futbol de sus ligas nacionales, eso ha ocasionado que las selecciones de los países latinoamericanos sean poco competitivas a pesar de que en ninguna parte del mundo el futbol es capaz de paralizar sociedades enteras como en nuestra región.
Alfredo Di Stefano decía que ¨Ningún jugador es tan bueno como todos juntos¨ y eso se nos ha olvidado a todos: hinchas, dirigentes, jugadores, periodistas, entrenadores y etc. Se nos ha olvidado a tal grado que países clasificados de manera mediocre eran favoritos para ganar el mundial por la sola presencia de individuos fuera de serie entre los convocados a defender, o mejor dicho, a modelar vistiendo la camisa una selección nacional. Pero ese olvido no es exclusivo de Ámerica Latina, a varias de las selecciones favoritas del resto del mundo también les pasó lo mismo si es que acaso lograron clasificar para el mundial.
No es casualidad que muchos equipos formados por estrellas han sido eliminados por países que tienen selecciones históricamente “más pequeñas” pero que han demostrado tener equipos más grandes durante el desarrollo de Rusia 2018. Nuevamente queda demostrado que de nada sirve convocar una selección con jugadores de renombre si éstos no son articulados para formar un equipo. No se puede conformar un equipo mundialista, sin que exista comunión en la santísima trinidad conformada por el Seleccionador, Entrenador y Técnico. Así como un escultor debe quitar del mármol todo lo que sobra para que finalmente quede la estatua, así debe trabajar el plantel técnico para moldear un buen equipo. Por eso no nos extrañemos de ver eliminadas a las selecciones con la plantillas más costosas. La convocatoria de una estrella suma rating y ánimos a una selección nacional, pero para el futbol es más importante que ésta se integre con los otros jugadores titulares, con el banquillo, con el plantel técnicos plantel técnico, y quizás hasta con las gradas, porque de lo contrario, la estrella será convocado a la selección sin integrar un verdadero equipo nacional.
Es un fenómeno global que los jugadores van a vivir sus primaveras a las clubes y para las selecciones reservan otoños muy amargos; también ocurre que muchas veces el club no solo le resta a la selección de la que proviene un jugador, también le resta a la selección conformada a partir de la liga en la que compite el club. Ese es el caso de la Liga Española, que durante medio siglo ha tenido el campeonato con presencia más significativa de super estrellas extranjeras y sólo ha parido una selección que logró levantar la Copa del Mundo, y eso que curiosamente fue una selección de base catalana jugando al estilo holandés. Pero aunque no se trata de que todos los seleccionados jueguen en su país, es válido reflexionar recordando al Rey cuando afirmó ¨Casi, casi llego al Real Madrid. Insistieron en varias ocasiones. De hecho, fueron los primeros que intentaron ficharme, pero yo quería seguir en mi país, cerca de la selección. Estaba muy feliz en el Santos, el equipo de mi vida¨. Pelé pudo haberse movido y ser una estrella brillando más que otras estrellas en Europa, pero no se movió porque quería formar una constelación con los suyos. Pareciera que logró ser un visionario que ya presentía esta etapa en la que los clubes saquean incluso hasta a sus propios países.
El Mundial de Futbol fue otra oportunidad más para ver fracasar bajo sus propias banderas a los latinoamericanos que triunfan poniendo en lo más alto las banderas de los grandes clubes extranjeros, pero como dijo Johan Cruyff cruzándose de entre piernas: ¨Es un problema del fútbol de hoy, los dirigentes saben muy poco”. Es duro pero esa sentencia también la podemos prolongar a todos los que guardamos un poco de fe con ver volar una que otra bicicleta (selección) porque a alguien se le ocurrió montarle más de un motor de avión de esos que hacen despegar a los grandes clubes del planeta futbol.
Año con año disfruto de ver cómo en diferentes ligas del mundo hay jugadores latinos que sobresalen de manera determinante, pero no dejo de lamentar que en los últimos nueve mundiales el número de copas del mundo ganadas por países latinos es muy pequeño; pero la verdad es que sin proceso no hay copa incluso si hasta con la banca pudieras formar una constelación de estrellas.
1 comentario:
Buenísimo.
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