martes, agosto 26, 2014

Daniel setenta veces siete



Daniel Tragerman de cuatro años nunca cumplirá un solo año más; fue asesinado durante un ataque de Hamas contra Israel. Me duele su muerte como me duele la muerte de los niños a los que no les sé ni la edad ni el nombre. Me duele su muerte porque alguna vez tuve cuatro años. Me duele su muerte porque quiero y amo a gente que alguna vez tuvo cuatro años. Me duele su muerte porque amo a gente que todavía no llega a los cuatro años.

Para las estadísticas  es el primer niño que muere del lado de Israel durante esta ofensiva; sin embargo, eso no es importante. Importante sería que fuera el último niño que muere pero a ambos lados.
  
Daniel Tragerman podría haber tenido cuarenta años y su muerte igual  me seguiría doliendo. Este niño podría  haber sido una de las víctimas del comunismo que murieron durante el Holodomor e igual me dolería porque no se trata de nacionalidad, ni de momento histórico  y menos de la religión o ideología; se trata de la muerte de un inocente que fue  arrastrado por situaciones construidas muy lejos de su voluntad e inocencia. Se trata de la muerte de un pequeño que no volverá a ocuparse de algo tan simple como andar en bicicleta porque  durante un bombardeo le cerraron los ojos y le borraron la sonrisa de forma definitiva.
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Me duele no sólo la muerte de este pequeño, también me duele que no faltan los que  toman su deceso como un estandarte y argumento para sembrar más muerte y seguir repitiendo  la historia de Daniel Tragerman en el lado palestino. La muerte de este niño me duele no porque él  tenga el nombre de mi hermano menor.  La muerte de Daniel Tragerman me duele porque alguna vez tuve cuatro años y sé que después de esa edad hay muchas lágrimas y sonrisas que valen la pena.

Veo fotos de Daniel Tragerman y en serio que no me parece un objetivo militar; sólo era un pequeño con una sonrisota y con ganas de vivir setenta veces siete como seguramente lo han querido cada uno de los setenta veces siete niños que han caído en tantas guerras.
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Si la muerte de  Daniel Tragerman me duele por un par de noticias y un par de fotos no quiero ni siquiera imaginarme el dolor que sienten sus familiares y todos los que convivieron con  él. La madre de este pequeño dedeclaró al periódico Times of Israel: "Queríamos verlo crecer".  Esas  palabras me conmueven y  multiplican el dolor,  porque estoy seguro que a los más de cuatrocientos niños que han muerto del lado palestino también había alguien que los quería ver crecer.