sábado, diciembre 31, 2011

Primer año que termina y yo lo cierro con veinticinco años. Ha sido inevitable que cuando termina diciembre yo sea más viejo que la última vez que terminó un año. Cuando tenía un año y fue diciembre treinta y uno, fui más viejo que cuando terminó diciembre y tenía tres meses. Cuando tenía dos años y fue diciembre treinta y uno, fui más viejo que cuando terminó diciembre y tenía un año y tres meses. Cuando tenía tres años y fue diciembre treinta y uno, fui más viejo que cuando terminó diciembre y tenía dos años tres meses, y así, y así sucesivamente. Así me ha acontecido todos los años aunque tenga fe que para el próximo año me será diferente, y sin embargo este año me ha acontecido con más rigor y alevosía que el año pasado y sin duda con más rigor y alevosía que el año siguiente. Es diciembre treinta y uno, tengo veinticinco años y desde la última vez que fue diciembre treinta y uno me han acontecido siete muertos y ningún amanecer en Santiago de Cuba o algún lugar cercano.

sábado, noviembre 05, 2011

A 200 años del  ¿grito? de un ¿cura? o algo así

La celebración del Bicentenario del Primer grito de Independencia es muy salvadoreña, pues se celebra el intento y no el logro; una actitud muy a lo Alfredo Espino en aquellas líneas en que alaba no el haber volado, sino el haber tenido dos alas sin sacarles provecho en todas sus posibilidades.

No me parece que seamos una nación con un himno de letra tan cosmética; me gusta la música pero no como himno; un himno debe de llamar a luchar y defender aquello a lo que se le canta, y el himno de este país está plagado de versos y versos que no dan ánimos como para morir o matar por la patria. Insisto que los compases del himno y también algunos versos son bonitos y fueron compuestos con maestría, pero no hacen sentir lo que debe transmitir un himno y eso de la Gran lección de espartana altivez de la que se habla en la segunda estrofa me parece una frase retórica para caer bien, y es muy curioso y muy bien elaborado ese decasílabo pues aunque la valentía de los espartanos es de carácter universal, un himno debe servir para alabar a la nación y a sus héroes y no para andar haciendo alardes de los logros de los guerreros o ciudadanos de otras tierras.

El escudo del país es como un dibujito hecho por alguna señorita que elabora un diseño como para su club de bordado, pero ese escudo no me parece representativo ni para un ejército y menos para una patria.

Y por modas que no sé si están en vigencia, se dice que somos un estado laico, y se dice esto cuando llevamos un nombre que hace referencia a una tendencia religiosa que no juzgaré si es buena, mala o qué.
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Lo más característico de la identidad que se ha consolidado en estos últimos 200 años, es la carencia de proyectos a futuro; todo se fundamenta en la confianza en la improvisación y la suerte o como quiera llamársele según las creencias o prejuicios. Esto se evidencia en que en esta patria hay hasta pueblos sin sistemas de alcantarillado y ciudades que no han tenido políticas de renovación y ampliación de los mismos. Hace unos días fui a la universidad en la que estuve inscrito y había nuevas edificaciones; pero da la impresión que no hay Departamento de Ingeniería en mi alma mater, pues la distribución del espacio es ofensiva para desplazarse o para estar inmóvil, y esta sensación que tuve en esa casa de conocimientos se puede fractalizar a nuestras ciudades; ciudades que crecen-en la dirección que establecen los sobornos que reciben los funcionarios públicos- sin importar las consecuencias y riesgos de los lugares hacia los que avanza la urbanidad.

Es evidente que a esta patria, entre tantas cosas que le faltan, le hace falta  pero de forma crónica, aprender que las soluciones reaccionarias pueden resultar atractivas y útiles en el presente, pero para un futuro sostenible lo necesario es tener proyectos.

Y quisiera escribir otras cosas, pero me iré a celebrar que casi las dije, así que a lo mejor y con un poco de suerte lo digo en otro post o en otro blog.

Hasta luego pajaritos.

martes, septiembre 13, 2011

XLIX

De los vicios que ha conocido el ser humano en los lugares más recónditos y en cualquier época, el más peligroso siempre ha sido el mismo; yo mismo  he sido feligrés de esa divinidad.

He sido capaz de controlar la bebida, el tabaco y las adicciones que no pagan impuesto. Lo que he sido incapaz de controlar  es ese mismo vicio que ha derribado tanto a los más grandes como a los más débiles. Ese vicio que contiene lo más devastador de las adicciones conocidas, ese vicio tan bello y más bello que los otros me ha doblegado sin medida.

La bebida, he podido evitarla por los compromisos laborales y por el cansancio, el tabaco he sabido dominarlo por los protocolos y por el deseo mismo;lo que no paga impuesto por los costos y la escases principalmente. Pero en ese vicio, que es el más humano de los vicios no he podido encontrar ni inflexión,  ni límite, y ese vicio es el que más se disfruta, y es el que más le cuesta aceptar a uno que lo destruye poco a poco y a veces a pasos de gigante.  Esa adicción es terrible, y es la única necesaria y por lo tanto la única incorregible. Tan terrible es, que ha sido capaz hasta de  humillar a algunos dioses.

Sé que no exagero, y me consta que cada adicción causa estragos y placeres, y cada estrago y cada placer puede encontrarse, y  puede encontrase de forma más pronunciada en la mayor de las adicciones: el amor; causa de vuelos, vicios y naufragios.

miércoles, agosto 17, 2011

Fliz Qmple

Durante muchas ocasiones hablamos sobre tantas cosas de matemática, y mirá cabrón que hasta ahora me doy cuenta que Fermat y vos nacieron el mismo día. Con unos tres siglos y medio de diferencia claro . Y el maje ese por una ecuacioncita al lado de una página y un par de cosas muy interesantes se le recuerda y se le aprecia, ya no se diga a vos que tantas horas, cigarros y sonrisas compartimos.

Se te extraña loco, un miércoles antes de que te trasladáramos del hospital a la casa, me dijiste que me tomara en serio la guitarra y sé que es posible y sé lo que me falta y sé que se puede conseguir, y es cabrón cuando se pierde al mejor amigo, al mejor maestro para el que se puede haber tocado. Hace falta tu palabra tan a la medida con esas valoraciones que sólo vos podías hacer tanto en las letras como en los sonidos, intento hacerme ese tipo de observaciones a mí mismo y a veces puedo aproximarme pero siempre hace falta oírte decir lo que tanto sobra y tanto le cuesta a uno ver y eso sí tan, tan pero tan tuyo por la alegría y el entusiasmo. Todavía me cuesta ver lo que si funciona en medio de tanto desorden de palabras, notas y días; vos lo hacías muy bien. Puta pendejo, qué lindo limpiabas los textos y las piezas, tan bien como el mejor de los escultores o como el mejor de cualquier cosa. Gracias por mi mano derecha, te la debo en gran medida y lo que le falta es muy trabajo mío; pero de vos  me queda la vocación y el amor a lo que se hace y sobre todo el amor a hacer bien las cosas.

La vida es breve, siempre lo supiste, y por eso no perdías el tiempo y lograbas hacer cosas grandes en los momentos más mínimos. Ese miércoles antes de que abandonaras la habitación 202, hablamos sobre capicúas y sobre Mahler, sobre la edición de tu último libro y no hablamos sobre la vida, pues teníamos miedo y ahora me doy cuenta que era más que evidente que la perdías, pero no queríamos eso, no queríamos que te fueras; no queríamos eso. Lo sé y ambos-y todos- lo sabemos. Pero en ese momento cuando me despedí, tus palabras me causaron interrogantes cuando me pediste que me tome en serio lo que hago, me parecieron extrañas, me invitabas a seguir estudiando pero con más compromiso, y ahora me hacen sentir felíz pues sé que te referías a que puedo dar más y lo intento, y duele no poder decirte estas mariconadas sobre las que seguramente haríamos bromas , pero sí loco, se te quiere y se te extraña siempre lo supiste y siempre lo hiciste sentir querido a uno, y lo más saludable de todo eso es que sin llegar a hacer cosas como para sentirse puto. Qué humor el tuyo, qué humor más cabrón. Me encata recordar que para los días que me robaron los celulares de forma maratónica, llegué a tu casa luego de un asalto y te pedí tu teléfono de línea para hacer una llamada pues me acababan de dejar más incomunicado de lo normal, y vos dijiste algo así como: cabrón no toques mi teléfono que me lo van a robar... qué lindo reímos esa oacasión después del mejor chiste negro en que he sido protagonista; gracias por eso y todo y ya ves aunque te molesten los puntos suspensivos como los que acabo de usar, igual los uso; no se me quita lo burro, no loco no se me quita y regularmente no los uso pero me dieron ganas.

Lo que no sé si reprocharte o agradecerte es que una semana antes de salir del hospital, me tomaste de la mano y me saludaste con tanta fuerza, y hablaste con tanta lucidez, que a pesar de lo que decían los médicos, yo regresé a mi casa con la esperanza y la convicción de que sobrevivirías; y no fue así. 

Me dan ganas de reprocharte esa esperanza, pues te fuiste y aunque en eso poco manda la voluntad humana creí que me escucharías unas obras que recién monto, y quisiera celebrar tu cumpleaños como se hacía en Los Planes de Renderos hasta antes que estos hijos de puta nos hicieran mierda el proyecto, y hasta antes de que la enfermedad se pusiera terca.

Me dan ganas de agradecerte, pues escribiste hasta los últimos momentos y fuiste amigo y padre hasta los últimos momentos y de ahí se saca una gran lección, pero como esta mierda no es fábula o algo parecido no voy a salir de pendejo diciendo: señores la moraleja es etc., etc., etc. pues esto es un post ¿o a poco y no se nota? y no me olvido que nada es más peligro que un pendejo con micrófono y ya no se diga uno con blog.

Y bueno vos, aunque no estás aquí, aquí hay cigarros - y aunque hay una ley pendeja pero pendeja como nunca nos pudimos imaginar- me iré a celebrar bajo el hermoso y lindo riesgo de romper una ley que es la pendejada de las pendejadas; claro, me chingan  si se ofende alguno de los personajes -¿pero ya mucho ocupe la misma palabra verdad? - que viven al lado; pues sé que si algo te emputaría es que en vez de celebrar tu vida, recuerde tu muerte. Y eso te emputaría más que los puntos y comas que tan raro uso, y digo raro por no decir mal, y bueno vos me entendés. Y este día,  pues bueno, este día es éste.
 
Y este día es especial, pues naciste vos y vos sí que sos grande y por eso se quiere este día, esta fecha; en esta fecha abriste los ojos por primera vez, y esos ojos- y me vale si parezco puto- es agradable recordarlos.

martes, julio 26, 2011

Me gusta el sol, Alicia y las palomas,
el buen cigarro y la guitarra española.

Facundo Cabral.

sábado, julio 02, 2011

"Though the favorites of the gods die young, they also live eternally in the company of gods" F. Nietzsche




"Los favoritos de los dioses mueren jóvenes; pero también viven eternamente para disfrutar de la gloria junto a ellos" F. Nietzsche

lunes, junio 27, 2011

XLII

La música es la manifestación artística de mayor trascendencia; es entre las artes, la única disciplina que es capaz de conmover hasta a los animales: a los otros animales.

viernes, junio 17, 2011

IV

No debe dudarse que existen aquellos que hablan de milagros con plena conciencia de que mienten, y también están los que lo hacen porque sí creen en eso y hasta les llaman- o hablan de ellos a través de- testimonio. Es decir; que los unos hablan de milagros por ingenuos, y los otros por pillos. No es tan necesario saber si el desarrollo racional o algún tipo de ambición son las causas que les motivan a hablar de esas cosas en el templo, en la plaza o donde sea. Es necesario nunca olvidar, que para ambos casos, los protagonistas no merecen más que la sospecha; a la larga, tanto el pillo como el ingenuo pueden pretender lo mismo.

Esos que en verdad creen haber sido bendecidos con milagros, son seres que asimilaron de forma eficaz la consigna oculta de la fe cristiana, esa que versa: engañarás al prójimo como a ti mismo. Esos seres, son capaces de afirmar que el creador los puso en el centro del universo para resolverles los problemas o cumplirles los caprichos, y de seguro, intentarán doblegar al prójimo por muchos medios para lograr lo que pretenden; después de todo, tienen convicción de haber sometido a lo que consideran supremo, y con igual o más autoridad se sentirán para imponer su deseo sobre el prójimo que es efímero y nunca tan eterno como ese sirviente que los hombres de fe tienen en el cielo.

miércoles, junio 15, 2011

DE LA EDAD MEDIA, LOS AJOS Y LA TORMENTA

Soy adicto a la leche con ajo para la gripe, para la debilidad muscular, para síntomas de nada y síntomas de todo. Nunca me ha molestado el olor, me parece agradable y es efectiva aunque me pone algo hiperactivo a pesar que no dejo de sentirme un poco apagado. Ahora la sentí muy rica y eso que cuando la tomé ya no estaba tan caliente. Después de habérmela acabado parecía que no había tomado leche con ajo-mentiría si no digo que me bajó la fiebre-; pero parecía que estaba en un lugar en el que pelaban cebollas, y no sentía olor a cebollas, pero los ojos son los ojos y lás lágrimas no se evitan ni al arrancarlos.

martes, mayo 31, 2011

ESPERO QUE NO SEA MAÑANA PERO NUNCA SE SABE

Vendrán días peores. No podré verlos. Eso es malo; tal vez de esperarlos pude haberme reído de estos días. El trabajo-al menos eso- va bien. Las noches son la parte más larga de cada día. No son noches inútiles pero se siente demasiado calor y la ausencia es tanta y es la misma ausencia. Por tanto golpe se pierden las fuerzas.

Vendrán días peores. Solo esta semana, solo este día, solo estas horas; así digo siempre pero mañana miércoles inicia otra semana, y solo esta semana, solo este día, solo estas horas y a la puerta solo llegan facturas. Los cobros nunca se atrasan. Hay una voz que no tarda; solo tarda lo que va hacia alguna parte, y esa voz va hacia alguna parte y esa parte no es mi puerta.

Vendrán días mejores. No recordaré nada. Me gustan las flores pero no los crucifijos. No veré el crucifijo y espero que no lo pongan; no quiero ni eso ni cualquier otra cosa semejante. No oleré las flores y espero algunas. Me gustan las reuniones pero no las prédicas. Estaré presente y seré como una piedra o un candelabro y no quiero que se hable de vida eterna: ni de la del fuego ni de la celeste. Me gustan las iglesias, pero no quiero entrar a una cuando ya no pueda detenerme para ver lo que sí me gusta de los templos. Tendré los ojos cerrados, y mis ojos no reflejarán ninguna cara pálida mientras el sol nace. Será así aunque me quede o me valla.

Vendrán otros días y no puedo-ni me interesa- detener las plegarias; pero no las quiero en voz alta y frente a mi carne antes de que sea ceniza. Quiero que cierren mis ojos, y coloquen mi mano izquierda sobre mi pecho, y sobre mi mano izquierda mi mano derecha; los pulgares estarán uniéndose y no debe ser de otra forma. Cuando ensayo cómo se verán mis dos manos, sonrío por tener las uñas de la mano derecha muy largas, mientras que las de la mano izquierda están muy cortas. Cuando las veo así algunas veces veo un triángulo y otras un pájaro. Siempre siento mis seis rayos de plata.

Vendrán días mejores y también vendrán otros con más espinas, y será así aunque me quede o me valla. Solo espero que al cuarto día, el Principio y el Fin, no grite mi nombre para ordenarme que me levante. Corrijo: para darle una orden a lo que dejen las llamas. Vendrán otros.

y es mejor una sola caída          
para no ser Lázaro
para no ser alcanzado por la gracia de morir dos veces.

sábado, mayo 21, 2011

Post del fin del mundo

I

El fin  del mundo es un fin que en verdad no duele. La última vez que se acabó el mundo también colapsaron las computadoras. La última vez que se acabó el mundo, fue el fin de la civilización, fue el fin de la humanidad, fue el fin de lo que tanto amamos y lo que no se ama. El último fin es el que fue en el año 2000. El 6 de junio del 2006 también se acabó, pero con menos escándalo; o nació el anticristo, no recuerdo. Tantas veces ha acontecido el fin, que ya se volvió aburrido que el mundo se acabe una y otra vez. El fin está cerca, ya viene el fin, viene pronto. Cuando sea el rapto de la iglesia, este carro quedará sin conductor.

El mundo ha acabado tantas veces que me confundo, no sé si esto es un remake  del mundo o una copia  no autorizada del mundo. Ciertamente, si hay que hablar de finales, el fin de humanidad hay que ubicarlo en el preciso momento en que Joe Cocker interpretó With a Little Help From My Friends en Woodstock 69. Ese año es la cumbre de todo lo que ahora se imita, ese año fue el final de lo que pudo considerarse nuevo. Ese año es el punto de inflexión de la historia contemporánea, de las tendencias urbanas, ese año se agotaron las ideas . Ese año fue el fin de todas las esperanzas, o empezaron a morir; da igual, fue el fin del mundo y el mundo es grande, y mundo es una palabra más extensa que fin, y fin es una palabra con menos letras que muerte, pero  es igual o más dolorosa para algunos oídos entre los que están mis oídos. Fin. Muerte.

1969 es el punto de inflexión de la historia; y según se ve la gráfica no va hacia arriba. La voz de Cocker es el fin de 1969. Oírlo cantar  Whit a Little Help en otras ocasiones es aburrido, la interpretación del 69 es irrepetible, pero de cierta forma cada vez que la volvió a cantar fue de nuevo el fin; pero un fin aburrido, no un fin tan bello como aquel de 1969.

II

El fin  del mundo, es un fin que en verdad no duele. Sin embargo es aburrido que  ocurra una y otra vez ese fin.  Pero a veces es gracioso;  no como ese fin que tanto se  repite y tanto duele.

El mundo acabó también cuando yo era muy pequeño.  Yo era un  párvulo según recuerdo. Hubo un eclipse y mis vecinos eran profetas  y los reporteros eran profetas, y los adultos eran profetas y todos sabían que era el fin. Ese fin fue bello, poco después del  mediodía  fue de noche. Todo estaba oscuro, a mí me daba miedo la oscuridad, pero esa vez la oscuridad fue tan bella y tan extraña que no podía permitirme el miedo, no me lo permití, y fue como debía ser: un juego. No de otra manera, simplemente fue bonito. Los perros aullaban, y las gallinas no aullaban pero también estaban confundidas como los gallos, y había que estar en familia y había que rezar. Todos sabían que era el fin e inducían al miedo. Al miedo no le di lugar, al menos no tanto como para impedirme salir a la calle para disfrutar de una noche breve. El loco del vecindario gritaba, las abuelas rezaban el rosario. Era de día, pero estaba oscuro.

Los hijos de los vecinos tenían mi edad, y  escapamos un rato hacia la calle , no sé si todos, pero al menos yo y quizás algunos niños más; no lo tengo tan claro y aveces me angustía y a veces no me importa. Si alguno se escapó conmigo, espero que haya sido Luis Fernando. Debió ser él, seguro y no pudo ser otro ¿Luisito, vos saliste a la calle verdad? Debí preguntárselo alguna vez,  pero desde el fin de Luis Fernando ya pasaron diez años.

jueves, mayo 19, 2011

De los artistas que tanto se aprende

Durante los días de ensayos siempre ocurren cosas que no se olvidan y que tienen demasiada trascendencia como para no echárselas a la bolsa. En estos días me ha tocado trabajar con una alineación de niños de entre 8 a 10 años. No todos tienen guitarras adecuadas, pero eso no es problema. Me sorprenden lo buenos que son y lo rápido que avanzan. Hace unos 7 años me tocó trabajar con un niño en clases particulares, y con él inicié el método que ahora utilizo; lamento que en esos momentos por hacer trabajo independiente no tenía la oportunidad de involucrar a mis alumnos en situaciones de concierto de forma real. No fue tiempo perdido, fue tiempo necesario para formar lo que ahora son las bases de la metodología que rige mi trabajo con niños.

Fernando, que es el primer niño con el que inicié mi trabajo en Bellas Artes, es perezoso con las actividades físicas. Creo que es un detalle muy bonito que sea así; las energías que cualquiera de su edad gasta para saltar o para golpear son las que el usa en su actividad intelectual. Es muy bueno en inglés, en matemática, y en cualquier materia. Lo mejor es que es músico de forma instintiva y sabe seguir instrucciones. Es un artista privilegiado, sabe buscar las melodías que estudia para guitarra en un teclado y sabe entonarlas con o sin instrumento. Es -como todos mis alumnos- exigente con las afinaciones. Lo quiero demasiado, también es muy amigo; me conoce y me entiende; sé que lo mismo podría decir él de mí. Y no tengo miedo que algún día diga lo contrario. Es sincero y cuando cambie de profesor sé que ambos tendremos la madurez para saber qué fue bueno y qué no lo fue.

Durante un ensayo Fernando me conmovió un montón, estaba él junto a un niño que lleva unas cuatro semanas en clases y obviamente yo estaba con ellos. Al niño que recién inicia, yo le comentaba que tocar en público es más fácil que tocar para mí. Estaba convenciéndolo de tocar el día del  fin del mundo en el Teatro de Santa Ana pues tendremos una presentación de los alumnos de la Escuela de Bellas Artes . Como todo artista ante su primera presentación, dijo que tenía miedo de equivocarse. Le respondí que no debía tener miedo. Le dije que yo sí conozco las obras y que el público no; le dije que me convenció a mí, y que más fácil será convencer al quienes estén frente al escenario, y recalcó que temía equivocarse porque todos lo verían. Fernando que me conoce y conoce a los que tienen su edad, dijo: Es verdad, tocar en el teatro es fácil, si te equivocas nadie se da cuenta; y cuando te equivocas frente al profe te regaña. Fernando y yo reímos. Tiene un sentido del humor lindo, y un sentido de reclamo con una elegancia envidiable. Admiro a Fernando. Fernando disfruta lo que hace sin poses y sin angustias. 

Por si fuera poco, ese mismo día salí a conseguirle un borrador a otro de los niños. Y como no había clase de dibujo, antes de ir al salón de dibujo a autoprestarme uno, fui donde las niñas de ballet. Pregunté en voz alta si alguien me prestaba un borrador; Regina, del cuerpo mayor de ballet respondió: Santi, no tenemos. Aquí no se cometen errores.

Me alegra que el 21 de mayo se acabe el mundo o la humanidad o lo que tenga que acabarse. Preparar el concierto de ese día ha sido bonito. No estarán todos los que yo quisiera, tendré una ausencia irreparable antes, durante y después de esa presentación. Duele, y duele el pecho y no puedo evitarlo; pero a la par tendré a Fernandito para recordarme que debemos saludar al público.

martes, mayo 10, 2011

Si algún sentido tiene el concepto
patria, hay que buscarlo en las madres
de este país… Ellas son, sin duda
la patria ofendida”.
                                       
                              Italo López Vallecillos

Mamá querida. Oración por todos.
Llena eres de gracia como las primeras lluvias
que originan las primeras milpas.
Vendedora de los mercados. Mamá comprando
botellas de puerta en puerta. De zaguán
en zaguán. Mamá puta. Mamá corriendo por las calles
con los policías detrás. Mamá como son las cosas
cuando son del alma. Buscadora de tesoros
en los basureros.
Mamá viajando en tren con grandes canastos
de frutas maduras. Mamá estupenda.
Mamá con cara pintada de arco iris.

Cortadora de café.
Mamá que recoge flores en los caminos
para ponerlas en floreros de hojalata.
Mamá constante. Mamá enferma.
Mamá Virgen María madre de Dios.
Nombre sagrado como los venados o los volcanes.
Mamá de velas encendidas al Santo Niño de Atocha
y a San Antonito lindo. Mamá por esas calles
oscuras.
Mamá de la Unión de Pobladores de Tugurios.
Vendedora de atol shuco y semita de piña. Mamá
desfilando por las calles con pañuelitos
de papel periódico
para cubrirse del sol ardiente. Mamá
y su bolsa de frijoles fritos
y tortillas. Mamá vergona. Mamá descalza.
Mamá trabajadora. Mamá lista para salir corriendo
por siay balazos. Jornalera del algodón bajo el sol
agrario de la costa.
¿En dónde estás? ¡Hola mamá! Mala madre.

Arrurrú niñito que tengo quiacer. Día tuyo.
Día muerto de hambre. Mamá suplicadora
para que suelten a mi hijo,
él no les ha hecho nada.
Mamá en la morgue. Mamá mía. Mamá buscando
entre los muertos. ¡Cállese vieja puta!
Mamá voy a regresar tarde, pero no se sabe.
Mamá Virgen María a secas. Mamá diciendo
es el cuerpo el que me tiembla, no el espíritu.
Un día primero Dios has de quererme un poquito,
yo levantaré un ranchito donde vivamos los dos.
Mamá devuelvan el cadáver de mi hijo.
Mamá hombre.

Mamá padre, mamá abuela, abuelo. Mamá, mamá.
¡Tu madre!
Buenos días mamá. Buenos días universo entero.

Manlio Argueta

miércoles, abril 27, 2011

Y sí amigo
te llamo amigo
con el placer que puedo decirte buenas noches
con el ánimo y la gracia de decir es la luna
es la luna
amigo
no lo quiero decir
pero se terminan las horas
y el tiempo no existe
y lo sabes
y en el tiempo que falta
no serás una sombra
menos una silueta
un nombre o muchas palabras

Y sí
amigo
que sea la sonrisa
o vete
amigo
sé que esto siempre fue lo que es ahora
y mañana no importa
ahora y mañana estarán estas lágrimas
y si quieres golpearme
elije una mejilla
yo
ya he elegido el puño
y sí
amigo
y sí cabrón
te lo devolvería
y no hablaré de estatuas
ni de tu voz que es un alfil
un alfil/un revolver/ un ave

Y sí amigo
la sonrisa o el hasta siempre
y sí amigo
sé que esto sigue siendo lo mismo
y la luna será la misma luna de antes
y también será otra
también es otra
y sí
amigo
y sí
me repetiré tu sonrisa
hasta mi propio vete

viernes, abril 22, 2011

Muerte en representaciones múltiples y de alguna forma monótonas en un día con lluvia

Estoy triste, este día han asesinado a un gran hombre, un maestro, un amigo, un hermano. Le sobreviven su madre, María siempre virgen, sus discípulos y los que se lucran de su sangre. Su paternidad siempre fue disputada entre un ave y un carpintero; Él siempre se sintió hermano de todos: de los adúlteros, de los ladrones, de los leprosos, de los corredores de bolsa, de los buenos hombres y de las mujeres de vida alegre.

Sólo en mi pueblo le he visto morir cuatro veces. Tuvo cuatro cruces, cuatro urnas y cuatro entierros; santos según dicen. Un amigo me ha dicho que también vio su cadáver en otro santo entierro. Entonces son cinco cruces. Él mismo ha muerto una vez en cada una de las cinco cruces; le han azotado cruelmente equis veces equis por cinco veces; al menos eso sé hasta este momento.

Nació hace como cuatro meses pero tenía treinta y tres años. Ahora llueve y Él duerme.

domingo, abril 17, 2011

I

Es abril una llama donde enseñas tus temores
donde descubres que los caminos son absurdos
cuando nadie te espera en la distancia
Abril es un pretexto para el Job que agoniza en tu tragedia

Por eso deseas cerrar los ojos bajo la tierra
bajo la misma que produce sólo cardos
bocas que te insultan uñas que te hieren
ojos que te odian
Buscas con eso guardar tu alma de las escupidas
de las esperanzas pisoteadas de las estatuas sangrantes
de los bosques incendiados
Es tu única manera de evadir la maldad de los humanos
caer hundirte en el polvo sentir el frío de los minerales
y decirle a Dios aquí está tu espantapájaros
Sólo a tu Espíritu no he de ahuyentar
Sólo a él dejaré posar en mi cabeza
en mis hombros en mi corazón de paja

He aquí el actor maltrecho sobre el escenario del campo
sobre los huertos requemados
He aquí que hoy desmayo doblegado por picos y garras
Mira mi zacate sangrante las varas de mi costado
de mis brazos de mi columna de mis pies que hace tiempo desmembraron las lluvias
Mírame descoyuntando por los vientos
agostado por el sol podrido por el rocío de la noche
apesadumbrado por la luna atacado por los perros
Mírame ¡oh! Labrador
Siempre están abiertos mis brazos para abrazarlos calendarios
sin embargo el tiempo y su gente me rechazan
las aves de rapiña me desgarran
los hombres me convierten en el blanco de sus perdigones
Un letrero han colocado sobre mi cabeza
“Desahogue su violencia
en este rey de los tontos”
Por eso te pido que no admitas que se ensañe con mi rostro
mucho menos que me quemen
Mis ceniza sufriría en los caminos las pisadas de los muertos
Permíteme cerrar los ojos y hundirme en los surcos
Quizás brote de la entraña de la tierra un hombre verdadero
un hombre reconciliado con los pájaros con los bosques
un hombre cuya carne sea amiga de la lluvia
del sol y los vientos de la noche y la luna
del rocío y los caminos
un hombre que te sirva para producir más espantapájaros
un hombre que comprenda que es sentirse solo
sentado sobre ceniza en medio de los tuyos lapidado por todos
“Oh” mírame Te repito que dejaré posar en mi corazón de paja
el pájaro de tu Espíritu
Esa es la garantía de que al hundirme en la tierra
que al participar de la muerte que redime
he de levantarme moldeado contra todas las angustias
contra todas las penas contra todas las soledades
contra todos los egoísmos
y he de ver a los hombres como tú los miras
Es mucho mi cansancio
No puedo desempeñar mi oficio de espantajo
Estoy débil Mi fuerza ha claudicado
Llévame al río oculto de la muerte
Trasvásame a la carne que no muere y levántame al tercer día
para que baile en tus sembrados
para que me extasíe con tus nuevas estrellas

Julio Iraheta Santos, Los espantapájaros.

lunes, marzo 21, 2011

domingo, marzo 06, 2011

Dime lo que redactaste y te diré qué pieza no tienes

La ruptura de las tradiciones inevitablemente lleva a la creación de nuevas preceptivas. Toda propuesta estética pasa de ser algo innovador a algo monótono cuando se mecanizan las técnicas y se agota el tratamiento de los temas. Por el bienestar del arte, es necesario que existan rupturas, puntos de inflexión; pero ningún vicio, ideal o característica debe desaparecer a causa de un decreto o esas sucesiones de decretos que forman los manifiestos. No se puede negar que para las vanguardias los manifiestos llegaron a convertirse en algorítmicos sobre la creación; en muchos casos, los autores de las obras que han sobrevivido son los artistas que se negaron a asumir ideales de forma mecánica.

Aunque no existe algo así como manifiesto de la música barroca, el tratamiento de los motivos musicales que ocupó Telemann es muy común entre sus contemporáneos, y según parece eso es así por los estándares de ese periodo y por los aportes que este gran maestro hizo a la música; hay muchas páginas del Barroco escritas por otros autores que suenan similar a Telemann, pero no tan grandiosas y constantes como las de él. Eso puede explicarse por las tendencias. Sin embargo, para nuestra época J.S. Bach es el máximo representante del barroco. Para los que vivieron en la época de ambos autores sería inconcebible el enterarse que el rockstar de esos días no conmueve ni al público ni a los intérpretes como puede hacerlo el pueblerino J.S. Bach, y es bien simple porqué ocurre eso; Bach desarrolló un registro muy propio que no se confunde con el de cualquiera de sus contemporáneo, menos con un músico actual. Fue barroco, es el barroco mismo al haber llevado a la cúspide de las cúspides las técnicas, formas e ideales de ese momento; pero no se limitó a las modas o repetición de las características que hoy se enuncian como los pilares de la música barroca, también exploró afuera de los parámetro y cuando se metió a las cosas estándar las sobrepasó. Muy fácil se dice que se mantuvo al margen de los manifiestos si entendemos que los manifiestos no necesitan estar escritos o publicados para destruir la voz propia que puede desarrollar cada creador.

Volviendo a las vanguardias--o cómo putas quieran decirles hoy en día los académicos--no sé que tanto aportaron Dali y Magritte a los manifiestos surrealistas o que tanto tomaron de sus lineas...pero los aportes que hicieron al arte son evidentes y no siempre figuran o encajan con los ideales de los manifiestos . Es más, el surrealismo se aprecia mejor viendo las obras de Dali y Magritte que leyendo (las traducciones de) los palabreríos de Bretón y compañía: letras y letras y letras y letras que pudieron ser necesarias, pero no son tan ilustrativas como un lienzo que sirve para volver concreto lo onírico, o un lienzo en el que se sintetiza el dualismo.

Siempre es más importante lo que la obra dice por sí misma. La forma en que la justifique el artista es irrelevante; no existe alguien capaz de vivir eternamente como para estar diciéndole a cada persona qué significa lo que ha creado. Eso lo evidencian las catedrales--que como tantas obras maestras --no necesitan tener un prologo para maravillar a quien la contempla, y menos necesitan al creador para que esté tipo guía turística diciendo payasadas para explicar lo que no pudo plasmar a través de la técnica y experimentación. De hecho, una obra de arte debe tener la característica que no es uno el que se detiene para apreciarla; sino que la obra misma tiene la potestad de anclarlo a uno. No es el artista el que debe promover la obra al buen estilo de un predicador o comerciante.

Ya han pasado más de cien años desde que lo actual se centra en romper con la tradición, crear nuevos lenguajes, destruir--y no establecer--corrientes canónicas que se convierten en cadenas para la creatividad, emancipar al hombre y a la mujer ;) romper esquemas, acabar con lo mecánico, ofrecer nuevos tratamientos al proceso de creación, glorificar lo espontaneo y muchas otras cosas que se promueven en pequeños manifiestos que acompañan a algunas de las obras; esos pequeños manifiestos o viñetas que según recuerdo son nombrados racionales y muchas veces son muletillas como las que he ocupado en éste y en los párrafos anteriores y siguientes. En los casos más penosos el racional es un algo más relevante y significativo que la obra misma; sobran casos en que los benditos racionales acompañan—y forman parte de-- una obra incapaz de decir si quiera algo pequeño. Aunque hay excepciones, la mayoría de veces me quedo con la impresión de que los racionales forman parte de alguna pieza si dicha pieza no es un universo, y menos un mundo o una realidad que puede sostenerse según sus propias particularidades. Eso sí, disfruto y admiro los racionales cuando replantean algunos objetos o situaciones cotidianas; lástima que no siempre pueda afirmar que acompañan o pertenecen a una obra de arte, y una pieza no me gustan ni más ni menos por esa situación. Por fortuna que me guste algo o no, es criterio insuficiente para otorgarle un valor estético que no merece; sostengo eso a pesar de que la seducción es el primer vínculo que se tiene con una obra, y lo sostengo con la serenidad de que un racional memorable no determina la calidad de una pieza. Puedo redactar una viñetita muy buena sobre un clavo que tomé prestado en una ferretería; y el clavo no será arte ni la acción dejará de ser hurto porque incursioné en la retórica de curador. En la mejor de las interpretaciones se podría aplaudir la creatividad del ¿artista?, pues en esto del arte lo creativo es fundamental; Leonardo, Miguel Ángel y tantos de otros periodos lo evidencian con lo estricto que son al apegarse al canon, y sus obras reiteran que no se trata sólo de creatividad al igual que lo hacen los compases de Mahler, compases tan alejados del promedio de sus contemporáneos .

Lo que me atormenta por sobre todas las cosas son esos racionales que pretenden redimir la falta de elaboración de la obra. En algún momento pudo ser interesante salvar una obra no lograda con palabras escritas en una viñetita; pero esa práctica ya se volvió monótona, destructiva y demasiado algorítmica para los planteamientos de avanzada que tanto buscan los artistas de avanzada con sus discursos provocadores, con sus obras que promueven como verdaderas rupturas a una tradición que no conocen o que no comprenden.

Esos pequeños manifiestos llamados racionales son lineales en la mayoría de los casos, y son herramientas muy convenientes para crear prejuicios y evitar dinamismo en la interpretación de las piezas. Es tonto pretender que en arte algo tenga significado único, y por eso me parece que los racionales no se llevan muy bien con las palabras polisemia, semiótica, etc. Los racionales recuerdan la coerción de las corrientes escolásticas, y evocan esos ánimos inquisidores que tanto se pronunciaron a favor de interpretaciones únicas. Por eso que--de alguna forma--los racionales evocan conductas conservadoras que hoy en día funcionan muy bien con las máquinas y otros procesos industriales.

Me gusta pensar y sentir por mí mismo, y es cierto que un racional no tiene porqué impedirme interpretar una pieza como yo quiero; pero es de mal gusto sugerirle a alguien cómo debe apreciar y qué debe hacerle sentir una obra. Si un jurado o curador necesita un racional para afirmar si es está frente a una obra de arte o frente a cualquier cosa, esa persona mejor debería dedicarse a la contaduría pública o a hacer pan.

He sido testigo de un par exposiciones que por los racionales serían el equivalente a leer un poemario en el que por cada verso exista una nota a pie de página que se extienda por tres páginas, y ese derecho de tantas explicaciones se podría decir que está reservado para la Epopeya de Gilgamesh y similares que han provocado tantas páginas décadas y siglos después de haber sido creadas. Y no es que pretenda ocupar esta obra maestra para deslegitimar el trabajo de alguien que cree ser el inventor del agua caliente; pero si de la Epopeya o sobre Ulises se pueden decir tantas cosas es gracias a que están bien elaboradas. Para salud de la posteridad, el ego de Joyce es pequeño en comparación a su novela, pero los racionales suelen comportarse como egos que son más grandes que la obra. Tengo muchas pero muchas causas por las que me dan miedo los racionales. A veces hacen que me lamente; hay racionales más valiosos que la obra misma, y si un artista hace estilo de ese hábito, uno llega a pensar que por el nacimiento de un artista mediocre perdimos a un buen tratadista, un ideólogo, un Papa, o un dictador.

Para los usureros y coleccionistas sin criterio deben ser muy importantes los racionales. Lástima que no tengo la vocación para estar en esas categorías, y sobre todo lástima que no tengo el presupuesto para tener una galería o una buena colección.

Lamento ser tan ortodoxo y limitado como para no comprender lo importante que son los racionales. Para mí un artista que en serio es artista, tiene mayor capacidad de proponer con lo que la obra dice y no con lo que él puede decir de la obra. Lamento ser tan ortodoxo y limitado ; pero los racionales no me hacen sentir que estoy ante una obra de arte, sino que me hacen sentir que estoy ante un decreto que es leído por un emisario de alguna inquisición.

lunes, enero 10, 2011

Sobre chalecos de colores y otras cosas pendientes

De Tony Saca quedó muy marcado esa característica que siendo presidente de la república fue incapaz de renunciar a ser presidente de ARENA; como todo ciudadano, no puede estar exento a participar, simpatizar o dirigir un movimiento político, argumentaban los que no consideraban incompatible el que tuviese ambos liderazgos. Saca hizo en este sentido nada innovador; al igual que los que le antecedieron, fue a la vez, el representante de toda la patria, y el máximo representante del partido con el que conquistó el poder Ejecutivo, partido que- como en todos los países que no son Cuba o algo parecido- no tiene la totalidad de respaldo electoral. No requiere que se argumente que el presidente de una patria tiene de trabajo algo así como representar los intereses de todos sus conciudadanos en las decisiones, discursos, negociaciones y etc; mientras que el presidente de un partido, debe liderar a un sector conformado por menos ciudadanos que la totalidad que conforman una patria.

Mauricio Funes fue desde antes de su campaña muy tajante con el margen que debe existir entre el rol de funcionario público y la vocación partidaria. Siempre se supo que él a diferencia de los presidentes anteriores no lideraría una gestión vistiendo el chaleco de un partido, y así ha sido hasta hoy. Ha mostrado mucho coraje, y ha evidenciado que no es un títere del FMLN y Sánchez Cerén como se afirmaba en la época de su candidatura. Eso sí, ahora que se está – como siempre- entrando a periodo de elecciones, es muy bueno que como Ejecutivo reitere su interpretación entre las obligaciones que tiene quien es una pieza del Estado y los derechos que a la vez tiene por ser un ciudadano. Este ideal tampoco es una base impermeable o un precepto suficiente para iniciar una casería de brujas, y tampoco es la peor de las alternativas a las que se puede recurrir para hacer una inquisición.

Es evidente que muchas de las alianzas electorales de la actual gestión no pudieron traducirse en alianzas políticas o gubernamentales, y Funes no puede pasarse todo su periodo destituyendo o renunciando a sus subalternos con la misma fórmula de pérdida de confianza que ya ocupó más de una vez, pues aunque eso sea cierto, es demasiado monótono repetirlo y repetirlo y repetirlo, y así evidenciar que hizo varios nombramientos equivocados según sus propósitos. En política y publicidad se debe recurrir a matices distintos aunque se esté tratando con las mismas variables; eso es algo que lo entiende- mejor que cualquiera- los especialistas de Casa Presidencial, y es algo que no debe ignorar si quiera un funcionario.

Lo de prohibirle a los funcionarios que hagan proselitismo hace pensar que es inevitable relacionar a la mayoría de los rostros principales de los ministerios y secretarías -y todo tipo de dependencias- con algún partido político, principalmente cuando estos funcionarios ocupan cargos de dirección en esos institutos ya sea porque no hay cuadros nuevos o porque se han acomodado a ser cabezas de estructuras burocráticas. Por tradición, los cargos públicos han servido para sobresaltar las banderas de los partidos y no la bandera de la patria-que dicho sea de paso es fea-. Desde todos los gremios han surgido voces atacando esa actitud electorera; pero es la primera vez que un presidente se pronuncia contra esto con tanta insistencia por agenda propia y por agenda mediática.

De Tony Saca quedó muy marcado esa característica que siendo presidente de la república fue incapaz de renunciar al liderazgo de ARENA, y de este partido se conoce el ideario, principios y escándalos pasados y escándalos en proceso. Uno oía hablar al presidente, y oía más que el ideal del pueblo salvadoreño, el ideal de un partido o de un sector de éste. Algo similar pasa con muchos de los empleados mayores del gobierno actual; hablan y es la voz de un partido o del otro la que se escucha, no la voz del gobierno; no al menos hasta que el presidente traduce lo que el funcionario en verdad quiso decir. Para el Ejecutivo es muy fácil exigirle a su equipo que esté al servicio de la patria a tiempo completo sin cadenas partidarias. También es fácil pedirles que guarden algún tipo de distancia de sus vínculos ideológicos, pues no hay que esforzarse mucho para ver en algún ministro no al funcionario, sino a un Jefe de Ideología, Jefe de Propaganda Sucia, etc. Y-de alguna forma- Funes quiere que se mantengan distantes; pues de mantenerse íntimamente ligados estarían favoreciendo los interese de un sector y no los de la patria. Para los ciudadanos, exigir que exista distanciamiento entre pequeños grupos y el Ejecutivo no es tan fácil. El Ejecutivo no sólo está afiliado a un partido por requisito electoral, también es el centro de un movimiento o asociación o lo que sea.

Con Saca uno pensaba ARENA, y luego, ¿República? , ¿Nacionalismo? , Neoliberalismo e ismos aledaños. Funes es en sí mismo el centro de un movimiento, y uno lo relaciona de inmediato con esa agrupación independientemente de que eso sea bueno malo. En cambio Amigos de Mauricio Funes no remite como la palabra ARENA a algún ideal; remite a una persona, y si uno escribe Amigos de Mauricio Funes en un motor de búsqueda muy pronto se encuentra con notas que hablan sobre concesiones que han recibido miembros notables de ese grupo, y como no son ni ministros ni secretarios están redimidos del peligro de que el Ejecutivo los acuse de favorecer intereses sospechosos por hacer proselitismo, por tener vínculos económicos oscuros o que los acuse de pérdida de confianza por ser amigos de cualquier alguien.