lunes, junio 27, 2011

XLII

La música es la manifestación artística de mayor trascendencia; es entre las artes, la única disciplina que es capaz de conmover hasta a los animales: a los otros animales.

viernes, junio 17, 2011

IV

No debe dudarse que existen aquellos que hablan de milagros con plena conciencia de que mienten, y también están los que lo hacen porque sí creen en eso y hasta les llaman- o hablan de ellos a través de- testimonio. Es decir; que los unos hablan de milagros por ingenuos, y los otros por pillos. No es tan necesario saber si el desarrollo racional o algún tipo de ambición son las causas que les motivan a hablar de esas cosas en el templo, en la plaza o donde sea. Es necesario nunca olvidar, que para ambos casos, los protagonistas no merecen más que la sospecha; a la larga, tanto el pillo como el ingenuo pueden pretender lo mismo.

Esos que en verdad creen haber sido bendecidos con milagros, son seres que asimilaron de forma eficaz la consigna oculta de la fe cristiana, esa que versa: engañarás al prójimo como a ti mismo. Esos seres, son capaces de afirmar que el creador los puso en el centro del universo para resolverles los problemas o cumplirles los caprichos, y de seguro, intentarán doblegar al prójimo por muchos medios para lograr lo que pretenden; después de todo, tienen convicción de haber sometido a lo que consideran supremo, y con igual o más autoridad se sentirán para imponer su deseo sobre el prójimo que es efímero y nunca tan eterno como ese sirviente que los hombres de fe tienen en el cielo.

miércoles, junio 15, 2011

DE LA EDAD MEDIA, LOS AJOS Y LA TORMENTA

Soy adicto a la leche con ajo para la gripe, para la debilidad muscular, para síntomas de nada y síntomas de todo. Nunca me ha molestado el olor, me parece agradable y es efectiva aunque me pone algo hiperactivo a pesar que no dejo de sentirme un poco apagado. Ahora la sentí muy rica y eso que cuando la tomé ya no estaba tan caliente. Después de habérmela acabado parecía que no había tomado leche con ajo-mentiría si no digo que me bajó la fiebre-; pero parecía que estaba en un lugar en el que pelaban cebollas, y no sentía olor a cebollas, pero los ojos son los ojos y lás lágrimas no se evitan ni al arrancarlos.