lunes, abril 14, 2025

Don’t Let Sleeping Corpses Lie Again

Aunque lo llamaran modelo del Faro del Pacífico,                                            son anotaciones a pie de página dispersas en el manual que nos hizo nacer medio muertos en 1932.

Aunque digan que se trata del vuelo de un águila anunciando las buenas nuevas del reino de los cielos,
solo se trata de otro lobo que promete peces y reparte serpientes.

Aunque lo llamaran León del Río de Plata, 
solo es un payaso que carga una sierra eléctrica mientras hunde a los suyos para flotar sobre las aguas.

Aunque parezca un circo con funciones simultáneas—para entretener orcos—desde Buenos Aires, Caracas, 
Managua, San Salvador 
y Washington;
es un cementerio ambulante que nos amenaza desde hace más de 100 tormentas.
Y más allá de los eufemismos, 
metáforas y euforia de los ciegos, 
esa peste es la noche que se llama fascismo,
y es un cadaver que se arrastra y multiplica tanto a lo largo de las Américas como al otro lado del Atlántico.
Hagamos que los muertos regresen a sus féretros,
no dejemos que sus gusanos encuentren nidos en nuestras heridas.