martes, diciembre 19, 2006

Un domingo cualquiera los pájaros atacan a Leopoldo María Panero. La versión de la peli "Pajaros" en la piel del poeta muerto.

sábado, diciembre 09, 2006

Para una ciudad heroica, un equipo campeón.

Conforme pasan las temporadas en el fútbol nacional, la gloría para Santa Ana se acrecienta. El campeonato que actualmente está culminando, probablemente dejará otra corona para FAS.

No presencié el partido que tanta alegría dejó en esta noche para la afición fasista; sin embargo me llena de emoción el saber que el equipo está a la puerta de ser campeón.

En lo personal me es inevitable evocar mi infancia, siempre recuerdo cuando con los amigos jugábamos al fútbol en la calle, con una pelota de plástico que siempre nos terminaba pinchando o robando un vecino que siempre ha tenido el cabello blanco.
Por aquellos días, junto a los niños que fueron mis compañeros de juego, nos divertíamos soñando con jugar en el equipo .Ahora, sólo los veo en el autobús, o en la tienda. Pero, nunca olvido la diversión que nos causaban los partidos. Curiosamente, nunca veíamos un encuentro completo. Siempre, preferíamos salir a jugar y no estar viendo como se divertían los miembros de los equipos. En fin, creo que mi gusto por el fútbol fue bastante pasajero, y es un capitulo de mi vida que me trae gratos recuerdos. En especial cuando pienso en las peleas, y sonrisas que compartimos con un amigo que murió hace aproximadamente seis años. Sin duda,alguna un gran aficionado al equipo y sobre todo mi mejor amigo.

P.D.
Felicidades para la barra, por estar siempre con el equipo, y por favor tengan cuidado con Luis Hernández, pues él, es un infiltrado de La Casa del Escritor.

martes, diciembre 05, 2006

En el año de 1992 en un campo de exterminio, perdón en el Kinder Nacinal de Santa Ana, hubo una fiesta de cumpleaños, de la cual recuerdo poco; pero, a principio de este año encontré la foto que ahora comparto, y me hizo recordar los días entre plastilina, tijeras y pega blanca. Desde que la encontré la sospecha de más de una cara y un cuerpo conocido me persiguieron, inmediatamente me di cuenta que la otra cara conocida se parece a la de un sonetero que usualmente veo correr por las calles de Santa Ana. La foto, quedó nuevamente guardada en un vejo álbum de recuerdos. Pero, en esta semana que acaba de finalizar la lleve a la UES para confirmar sí el implicado en mi fiesta es el asesino de mosquitos y sonetos más cruel de El Salvador. Y en definitiva, es él. Se reconoció a sí mismo. Lo curioso es que se reconoció por el vestuario; pues por un momento y al igual que yo dudo acerca de si era él o no.

Lo cierto es que ese niño que quiebra la piñata, soy yo. Mientras que las tres porristas sin cordinación nadie sabe, y el director de la barra es Mario Zetino.