Balada
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
—Pasar he visto a dos hombres
armados y con banderas;
el uno en caballo moro,
el otro en potranca negra.
Dejaran casa y mujer
,partieran a lueñes tierras;
el odio los acompaña,
la muerte en las manos llevan.
¿A dónde vais?, preguntéles,
y ambos a dos respondieran:
Vamos andando, paloma,
andando para la guerra.
Así dicen, y después
con ocho pezuñas vuelan
vestidos de polvo y sol,
armados y con banderas,
el uno en caballo moro,
el otro en potranca negra.
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
—Pasar he visto a dos viudas
como jamás antes viera,
pues que de una misma lágrima
estatuas parecen hechas.
¿A dónde vais, mis señoras?,
pregunté a las dos al verlas.
Vamos por nuestros maridos,
paloma, me respondieran.
De su partida y llegada
tenemos amargas nuevas;
tendidos están y muertos,
muertos los dos en la hierba,
gusanos ya sobre el vientre
y buitres en la cabeza
,sin fuego las armas mudas
y sin aire las banderas;
se espantó el caballo moro,
huyó la potranca negra.
Ay, venga, paloma, venga
y cuénteme usted su pena.
jueves, enero 04, 2007
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1 comentario:
Nicolás Guillén.
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