jueves, enero 04, 2007

Balada de Simón Caraballo


Canta Simón:
-¡Ay, yo tuve una casita
y una mujer!
Yo,
negro Simón Caraballo,
y hoy no tengo qué comer.
La mujer murió de parto,
la casa se m'enredó:
yo,
negro Simón Caraballo,
ni toco, ni bebo, ni bailo,
ni casi sé ya quién soy.
Yo,
negro Simón Caraballo,
ahora duermo en un portal;
mi almohada está en un ladrillo,
mi cama en el suelo está.


La sarna me come en vida,
el reuma me amarra el pie;
luna fría por la noche,
madrugada sin café.
No sé qué hacer con mis brazos,
pero encontraré qué hacer:
yo,
negro Simón Caraballo,
tengo los puños cerrados,
tengo los puños cerrados,
¡y necesito comer!
-¡Simón, que allá viene el guardia
con su caballo de espadas!
(Simón se queda callado).
-¡Simón, que allá viene el guardia
con sus espuelas de lata!
(Simón se queda callado).
-¡Simón, que allá viene el guardia
con su palo y su revólver,
y con el odio en la cara,
porque ya te oyó cantar
y te va a dar por la espalda,
cantador de sones viejos,
marido de tu guitarra...!
(Simón se queda callado).


Llega un guardia de bigotes,
serio y grande, grande y serio,
jinete en un penco al trote.
-¡Simón Caraballo, preso!


(Pero Simón no responde,
porque Simón está muerto).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

magnifique, poème passé en oral, un grand moment!

Santiago Vásquez dijo...

Grande Nicolás Guillén!