Hasta siempre maestro
“De más está decir que la música y el arte es mi vida, yo no estoy aquí para pasar el tiempo sino porque tengo la necesidad de expresarme de la manera para la que fui educado y de la cual hice mi profesión”
César
Amaro
A muchos se les ha
llamado mangoreanos por diferentes razones; a algunos por haber sido discípulos
de Agustín Barrios Mangoré, a otros por haber hecho investigaciones históricas
sobre su vida, a otros por haber realizado grabaciones de trascendencia mundial de las obras del maestro.
Todas estas, y muchas razones más convergieron en una sola persona: César Amaro, quien además tuvo la osadía de descifrar la
técnica mangoreana más allá de cómo lo
ha hecho cualquiera.
Basta ver un video de
una pieza de Barrios interpretada por el maestro Amaro, y luego apreciar la misma
pieza con otro guitarrista para darse cuenta sobre la gran variedad de
pulsaciones que el maestro César usa a diferencia de otros grandes intérpretes.
Es por eso, que si uno escucha una
grabación de Mangoré y una de César Amaro encuentra convergencia en la técnica
y manera de interpretar de ambos a pesar de las deficiencias por la calidad de
sonido con la que grabó Barrios.
Hay intérpretes de
Mangoré que han logrado hacer grabaciones que en términos tecnológicos son
superiores a las del maestro César, pero son interpretaciones que carecen de la
religiosidad y profundidad metafísica que es necesaria para interpretar a
Barrios. Esa religiosidad y profundidad es lo que diferencia a una interpretación
mangoreana de una ejecución corriente, y en las manos de don César Amaro esa
utopía se hacía realidad.
César Amaro, fue sobrino y discípulo de Abel Carlevaro; guitarrista
visionario e investigador científico sobre
la técnica y estructura del instrumento. Ambos fueron mangoreanos, y forman
parte de los latinoamericanos que más aportes han hecho a la guitarra académica
a nivel mundial.
Los que hemos tenido la
oportunidad de conocer a personas que aprendieron la técnica mangoreana por
sucesión discipular, sabemos que las interpretaciones de don César no solo
están en común unión con las grabaciones del Inalcanzable, sino que también sabemos
que mantienen la esencia que se esconde más allá de los seis rayos de plata, y
más allá de las cinco líneas del pentagrama.
Este 31 de julio de 2012,
César Amaro ha cerrado los ojos, y nos ha hecho herederos de un legado y una
vida dedicada a la guitarra con la pasión, altura y humildad que solo puede ser
propia de un discípulo y apóstol. Cristo, tuvo a Pablo; Mangoré a don César y para
entender a Cristo hay que leer a Pablo así como para entender a Mangoré hay que
escuchar al maestro Amaro.
Hasta siempre don César;
un abrazo hasta el misterio de la noche.
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