miércoles, abril 25, 2007

De 68 a 23

El número de trabajadores, del que se dijo inicialmente, perderían sus puestos de trabajo, ha disminuido de 68 a 23. En esta decisión, no sólo se refleja la "buena voluntad de las autoridades", sino que también se muestra una actitud preelectoral, ya que el SETUES al igual que las otras organizaciones que operan al interior de la UES, tiene el poder de mover votos. Por el momento, la popularidad del Sindicato es mínima; pero, también es cierto, que algunos funcionarios ,no están dispuestos a que se ocupe la destitución de los trabajadores,como un banderín de lucha para dañarles la imagen en las próximas elecciones. sin embargo, puede ser también un revés, pues no todos asimilaran esta decisión como una muestra de flexibilidad; sino, como un muestra de debilidad, que podría definir votos, pues se acusará al sector que ahora gobierna, de de haber sido incapaces de castigar a todos los que interrumpieron el curso del Ciclo I-07.

La imagen de la rectora, ha decaído en los últimos días de su gestión. El año anterior, no logró , que el CSU le aprobara un proyecto de fortalecimiento, financiado por el BID. En esta derrota de la rectora, quedó demostrado que ciertos sectores de la UES, no sólo desconfiaron del BID, sino también de ella.
Para el sector, que al interior de la Universidad se le conoce, como “pro-rectora”, esto significó un golpe inmenso; pues, que se aprobase el proyecto era quizás la meta más grande de la gestión que ellos encabezan.La no aprobación del proyecto , permitió que los sectores de oposición aprovecharan para tomar fuerza al presentarse como los héroes que lucharon contra la privatización de la UES, y la rectora quedó ante algunos miembros de la comunidad universitaria , como un agente de la Empresa Privada que intentó arrebatar la UES a los estudiantes, para entregársela al Gran Capital.

Si las autoridades de la Universidad, no se mostraban flexibles frente al despido de los trabajadores, la imagen que más se hubiese visto afectada, sin duda alguna es la de la rectora, ya que aparte de tildársele de privatizadora, se le acusaría también de autoritaria, pues pese a que en la Universidad, ella no tiene poder absoluto; ella siempre es señalada, por ser la representante de la UES ante la opinión pública.
Por otra parte la Procuradora de Derechos Humanos, ha criticado la falta de voluntad que mostraron las autoridades de la UES, para aceptar que el organismo que ella representa, sirviera de mediador para resolver el conflicto .Mientras que el Arzobispo de San Salvador opina que los despedidos deben asumir el peso legal que les dejó la huelga.



Gracias a las justificaciones para no destituir a los 58, ahora sabemos que la huelga de la UES, no sólo fue consecuencia de las exigencias salariales de los participantes; sino, que también fue el resultado de una crisis de salud que afecto masivamente a los empleados. Lo bueno, de todo esto: es que la lista de desempleados de nuestra nación no crecerá tanto, como inicialmente se anunció.

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