domingo, febrero 10, 2008

Acerca de mi retiro oficial de La Casa del Escritor


Sé que mi blog no es el mejor lugar para comentar la decisión que he tomado, me hubiese parecido justo, tomarme la molestia de ir un domingo a La Casa para hablar con quienes estuviesen presentes, e informarles sobre mi nueva posición en lo que respecta al taller, o mejor dicho, sobre mi retiro oficial de La Casa.

Les agradezco a cada uno de los miembros del proyecto, lo pacientes, amables y respetuosos que fueron conmigo, y sobre todo, la objetividad de sus comentarios sobre mi trabajo literario. Sé que todos ustedes son grandes personas, y así mismo, figuras prometedoras para la literatura universal, por eso, y por la amistad que forjé en poco más de un año con cada uno de ustedes, lamento tener que despedirme de esta forma; pero lo cierto, es que hay momentos en los cuales se deben tomar decisiones que no pueden reconsiderarse, decisiones que a pesar del dolor que ocasionan, son necesarias para que podamos conseguir nuestros sueños. En verdad les digo, que fue maravilloso formar parte del taller, pero por motivos profesionales me retiro. Sin ánimos de ofender, le quiero suplicar al maestro Menjívar, que elimine el texto de mi autoría que subió a la web de La Casa, pues ya he iniciado vida literaria con otro taller, y no me parece conveniente que dicho texto permanezca en esa página, pues para estos momentos de mi vida poética, la condición de ser miembro de La Casa, ya no es viable para mis propósitos.

Las razones por las que me voy son claras. No me parece correcto, que el director del proyecto, entregue títulos en los cuales se certifique a los miembros de La Casa como Doctores en Poesía; pues yo creo, que es injusto que alguien se integre con esfuerzo y esmero al Taller de Danza, y en vez de ser acreditado como bailador profesional, lo acrediten como versificador. Por lo tanto, me parecen no sólo ridículas, sino además incoherentes, las políticas de certificación que en La Casa se tienen en relación al pensum -que rige la ridícula vida académica- con el título que les entregarán a los ridículos miembros del proyecto que cumplan con cada ridículo requisito para graduarse. No olviden que entre esos requisitos, van desde ser miembro activo del F.N.S.S. (Frente Nacional Socialista Salvadoreño), hasta la carta de la CIA a través de la que garantizan que el interesado en graduarse de La Casa no tienen vínculos con grupos insurgentes, y en caso de haberlos tenido en algún momento, debe anexar –como dicen por ahí- El Contrato de Terrorista Domesticado, contrato que debe haber sido emitido con un máximo de dos meses antes del inicio del proceso de graduación , y es de importancia canónica que esté estautentificado con la firma de Federico Hernández. Yo me retiro del proyecto, y si alguno de ustedes está interesado en conocer la lista completa de los ridículos requisitos de graduación, como la de ridículos pre-requisitos para formar parte de las filas de La Casa en este 2008; le(s) recomiendo ponerse en contacto con el funcionario público que dirige el proyecto, les aseguro que él, les facilitará la ridícula información.

Yo, me voy para un taller más justo, un taller en el cual me otorgarán el grado de: DOCTOR EN RENOVACIÓN DEL LENGUAJE POÉTICO CON ESPECIALIDAD EN POESÍA VEGETARIANA, y probablemente, al terminar mis estudios, hasta me consigan un puesto burocrático -en el gobierno- para que pueda convertirme en novelista, pues la verdad es que me voy, y si busco esos títulos, no es por que pretenda aumentar el peso de mi currículo, pues yo no necesito esas cosas, ya que Dios me otorgó el don de la poesía, y Él ,es el único ante quien necesito demostrar y consagrar mis virtudes.

Elevo mis súplicas al cielo, para no sufrir represalias por la actitud reaccionaria de la gente del taller, pues ya suficiente tuve con lo injusto que fue el Señor Menjívar al no aprobar mi cuarta matrícula en Fundamentos de Corte del Verso II, y la verdad, es que tampoco tengo la disposición de volver a llevar Teoría del sonido de las consonantes con Krisma. Pues mucho me gritaba, e inclusive me obligaba a que me arrodillase sobre maíz, y por si eso fuese poco, me intimidaba con la sentencia, que de no entregarle un elogio sobre su literatura antes que terminase el segundo semestre del 2007***** , me obligaría a que escribiese un post en el cual yo diría que soy un discípulo del auto publicado que admiran los de Letras de la Facultad multidisciplinaria de Occidente (y dicho sea de paso, estos ¿estudiantes? son liderados por MENDEZ HERNÁNDEZ, el número tres de la Brigada Roja). Así que para evitar ese y otros martirios, mejor decidí irme para otro taller, y ojalá en el nuevo, no se tome soda dietética, sino soda de la de verdad, no de esa sin azúcar o sin que putas sé yo.

Espero que mis planes los pueda llevar a cabo sin mayores inconvenientes, pues la responsabilidad que tendré como doctor, implicará de mi parte mucho esmero y responsabilidad. Estoy convencido que no necesito el diploma de poeta-doctor, pero igual ante esta sociedad sólo seré un poeta cuando vean mi ridículo título, y como yo busco el reconocimiento público, es necesario que realice mis estudios en otra parte donde sí puedan satisfacer todas mis necesidades artísticas. Creo que en este punto- de la popularidad y el liderazgo social- todas las personas de La Casa coincidirán conmigo, pues si algo me quedó claro de la preceptiva del taller, es que únicamente se puede ser poeta cuando se es aclamado por las masas, y el título será el motor de las ovaciones que el pueblo hará a mi obra. Sé que tengo el talento y la vocación para ser doctor, pues nunca olvidaré que cuando sólo tenía ocho años, un endecasílabo se calló de la bicicleta frente a mi casa, y sufrió una fractura muy seria. Yo valientemente y con tan sólo ocho años lo enyesé con mis propios dedos que tengo en mis propias manos. Lo más gratificante, fue que quince días después del incidente, el endecasílabo regresó a mi casa con su mamá (un tetrasílabo muy elegante) y su papá (un heptasílabo muy culto) para darme las gracias, pues un médico les dijo que de -yo- no haberlo atendido , el pobre verso hubiese sufrido una dislocación de magnitud tan severa, que para estos momentos tendría que vivir con la limitación física de tener el acento en la quinta sílaba. Fue así como descubrí mi vocación y talento, y podrán decir que es poco lo que he hecho, pero si así alguno de ustedes lo afirmase, sería únicamente por que no conocen mis buenas acciones; como la ocasión en que logré salvar un soneto en el cual el primer cuarteto se había contagiado con la cesura del segundo verso del primer terceto, o la ocasión en que tuve que darle respiración de boca a boca a un madrigal que se estaba ahogando en un piscina por haberse pasado de copas(también de guardavidas soy bueno) , o cuando le salvé la vida a un romance con una pastilla de aplicación sublingual que le permitió resistir hasta que un cardiólogo se presentó al parque en el cual el pobre texto agonizaba ante la mirada atónita de un poemario completo. En fin, como ya lo dije antes, no es ante ustedes que yo debo justificar mi don, mi talento; pues ya Dios me entregó lo mío, y ahora debo desarrollarlo, pues es justo demostrar que las semillas cayeron en tierra fértil, y para cumplir con dicho propósito es que me voy.

Si alguno de ustedes, anda gritando a los tres puntos cardinales que me voy por temor a bailar en la fiesta de graduación *****2*****, se equivoca, y sin duda está siendo cómplice de los señalamientos y acusaciones que he hecho contra La Casa, pues yo no tengo miedo de bailar, y les juro, se los juro -de rodillas y por mi santa madrecita- que ya me conseguí un chancecito en otro taller, sí de verdad, hay otro taller en cual están dispuestos a soportarme; así que no vayan a andar de reaccionarios como se los dije antes, pues me irritaría mucho que sobrepongan razones efímeras-como la fobia que ya no padesco-para ocultar mis discrepancias con la ridícula Casa.Pues si algo me sobra para marcharme, son argumentos. He dicho.


NOTAS:

***** Y con un mínimo de cien páginas


*****2***** Obvio, si hay diplomas, hay graduación, si hay graduación hay fiesta

3 comentarios:

Unknown dijo...

Igual podríamos bailar en mi fiesta de graduación, no?

Santiago Vásquez dijo...

¿Bailar? No sé, creo que estaré ocupado el día de tu fiesta…

Herberth Cea dijo...

Yo sí! Yo sí! Yo tengo libre!