domingo, abril 17, 2011

I

Es abril una llama donde enseñas tus temores
donde descubres que los caminos son absurdos
cuando nadie te espera en la distancia
Abril es un pretexto para el Job que agoniza en tu tragedia

Por eso deseas cerrar los ojos bajo la tierra
bajo la misma que produce sólo cardos
bocas que te insultan uñas que te hieren
ojos que te odian
Buscas con eso guardar tu alma de las escupidas
de las esperanzas pisoteadas de las estatuas sangrantes
de los bosques incendiados
Es tu única manera de evadir la maldad de los humanos
caer hundirte en el polvo sentir el frío de los minerales
y decirle a Dios aquí está tu espantapájaros
Sólo a tu Espíritu no he de ahuyentar
Sólo a él dejaré posar en mi cabeza
en mis hombros en mi corazón de paja

He aquí el actor maltrecho sobre el escenario del campo
sobre los huertos requemados
He aquí que hoy desmayo doblegado por picos y garras
Mira mi zacate sangrante las varas de mi costado
de mis brazos de mi columna de mis pies que hace tiempo desmembraron las lluvias
Mírame descoyuntando por los vientos
agostado por el sol podrido por el rocío de la noche
apesadumbrado por la luna atacado por los perros
Mírame ¡oh! Labrador
Siempre están abiertos mis brazos para abrazarlos calendarios
sin embargo el tiempo y su gente me rechazan
las aves de rapiña me desgarran
los hombres me convierten en el blanco de sus perdigones
Un letrero han colocado sobre mi cabeza
“Desahogue su violencia
en este rey de los tontos”
Por eso te pido que no admitas que se ensañe con mi rostro
mucho menos que me quemen
Mis ceniza sufriría en los caminos las pisadas de los muertos
Permíteme cerrar los ojos y hundirme en los surcos
Quizás brote de la entraña de la tierra un hombre verdadero
un hombre reconciliado con los pájaros con los bosques
un hombre cuya carne sea amiga de la lluvia
del sol y los vientos de la noche y la luna
del rocío y los caminos
un hombre que te sirva para producir más espantapájaros
un hombre que comprenda que es sentirse solo
sentado sobre ceniza en medio de los tuyos lapidado por todos
“Oh” mírame Te repito que dejaré posar en mi corazón de paja
el pájaro de tu Espíritu
Esa es la garantía de que al hundirme en la tierra
que al participar de la muerte que redime
he de levantarme moldeado contra todas las angustias
contra todas las penas contra todas las soledades
contra todos los egoísmos
y he de ver a los hombres como tú los miras
Es mucho mi cansancio
No puedo desempeñar mi oficio de espantajo
Estoy débil Mi fuerza ha claudicado
Llévame al río oculto de la muerte
Trasvásame a la carne que no muere y levántame al tercer día
para que baile en tus sembrados
para que me extasíe con tus nuevas estrellas

Julio Iraheta Santos, Los espantapájaros.

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