jueves, agosto 12, 2021

Recuerdos ajenos en primera persona

Cuando estuve frente a Joe Cocker e interpretaba With a Little Help from My Friends en Woodstock 69,
nuevamente vi a David vestido con su efod de lino.

Y cuando al otro lado del Atlántico,
Rafael interpretó Balada triste de trompeta,  
nuevamente aborrecí a David mientras danzaba vistiendo su efod de lino e hilos de oro; 
pero luego yo también me hice más vil porque frente a mis ojos se abrieron los cielos sobre aquel al que le arrancaron la cabeza para cumplir con el juramento hecho a Salomé.

Cuando estuve frente a Leo Ferré e interpretó A vec le temps en la Sala Oympia en 1972, 
sin encontrar mis propios hilos de oro, azules o púrpuras, 
comprendí que David danzaba para borrar el peso de su corona, 
de sus guerras, 
de sus espinas, 
para recuperar su propia sombra,.

Stefani, deja que de nuevo tu garganta sea mi efod,
y como el de David,  
mi corazón no podrá contener sus propios átomos de oxígeno.
Stefani, ayúdame con la noche, 
y así como los de David, 
mis pies danzarán sobre oro.
Stefani, el labial en tu boca es el único hilo capaz de remendar la sombra separada de mi cuerpo.

No hay comentarios: