XLV
Las lecciones que obtenemos con las tragedias
propias son muy buenas. No se debe
pretender que ésta es la única forma de aprender. Puede llegar el momento en
que nuestra tragedia sea una lección que solo podrán asimilar los que la presencien o la sobrevivan.
No siempre hay segundas oportunidades y abundan las tragedias que llevan a
finales sin derecho a retorno; sin derecho a levantarse. Esas tragedias abundan
y para los dioses son argumentos que acontecen de forma monótona; son comedias poco interesantes aún cuando pueden tener escenarios distintos y nuevos
personajes
3 comentarios:
que excelente. :)
que excelente. :)
Gracias por haberte dado una vuelta por aquí ;)
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