lunes, mayo 07, 2012


XLV

Las lecciones que obtenemos con las tragedias propias son muy buenas. No se debe pretender que ésta es la única forma de aprender. Puede llegar el momento en que nuestra tragedia sea una lección que solo podrán asimilar los que la presencien o la sobrevivan. No siempre hay segundas oportunidades y abundan las tragedias que llevan a finales sin derecho a retorno; sin derecho a levantarse. Esas tragedias abundan y para los dioses son argumentos que acontecen de forma monótona; son comedias poco interesantes aún cuando pueden tener escenarios distintos y nuevos personajes

3 comentarios:

Albita dijo...

que excelente. :)

Albita dijo...

que excelente. :)

Santiago Vásquez dijo...

Gracias por haberte dado una vuelta por aquí ;)