Promesa de Espartaco

"Serán ceniza, mas tendrá sentido"

Francisco de Quevedo 

Espero cada noche de tus ojos.
Me aparto de mi propia sombra tanto
que nuestras voces vuelan y se vuelven una sola.
Si es tarde o amanece
mis pasos te persiguen y te esperan
y no son suficientes los segundos atrapados en todos los relojes,
ni todos los latidos de cuando hemos trazado una sola sombra.
No, no son suficientes; no lo ignoras.
Tan bien como mis labios bien lo sabe tu boca.

No, no son suficientes los latidos que faltan.
Deseo atar mis ojos a cada noche de tu mirada
y verte con mis párpados cerrados
y luego abrirlos y encontrarte
y así en tus ojos y en los míos que también te pertenecen
temblar con un respiro y esparcir el silencio cada noche.

No, no es suficiente quebrar la primavera.
Luego seremos polvo
y no es suficiente.
Sin embargo seremos uno y no lo ignoras:

Te persigo y te espero.
Espero cada noche de tus ojos ser una sola voz; ser una sombra.

Te persigo hasta cuando duermo
Te persigo en cada poro y en cada célula
y somos uno frente el señor de este mundo
y somo uno que al Viento de los vientos de igual forma le responde y de igual forma lo ignora
Y lo seremos
aún después de la última de las noches.